Teselas
reinventadas por las Pinceladas Experienciales del Rivismo, para incorporar
un nuevo concepto de mosaico al Arte Contemporáneo del siglo XXI.
La
filosofía del Rivismo, se basa en las Pinceladas experienciales. Pinceladas
que, en este caso, bañan elementos unitarios que por repetición
periódica o no, generan un espacio con arquitectura geométrica.
De esta forma, se genera el friso, de los de siempre, construidos por mosaicos,
pero con unas aportaciones conceptuales que pretenden enriquecer la presencia
del mosaico en el mundo del arte.
Un mosaico se define como el recubrimiento de
un plano sin dejar huecos y sin solapamiento, que se hace mediante las piezas
que llamamos teselas. Por tanto, en su concepción matemática,
un mosaico ha de cumplir dos condiciones: las piezas no pueden superponerse
ni dejar huecos sin cubrir.
En el caso de los Mosaicos experienciales, las
experiencias vividas por los elementos que intervienen en la obra, se superponen
sobre las teselas, pero en esta nueva concepción constructiva, sí
existen huecos que son como ventanas, y que constituyen la vía comunicativa
de todas las experiencias. Estos huecos son teselas invisibles, sin masa.
Son partículas de Higgs, en las que el Bosón no ha aplicado
un campo cuántico.
Las obras Mosaicos experienciales I, II y III,
están definidas por unidades o teselas poligonales idénticas
en tamaño y forma, a excepción del motivo de cada una que si
es diferente de las demás. Los huecos son el resultado de quitar una
tesela para dejar una ventana abierta.
En la obra Mosaicos experienciales IV, las teselas
no son poligonales, aunque si geométricas, por lo que los huecos entre
dichas teselas, no coinciden ni en tamaño ni en forma con ellas. En
el caso de la obra, las teselas están formadas por palomas mensajeras
en posición de vuelo y los huecos por palomas en posición distinta
. El recubrimiento del plano se realiza uniformemente con estas dos teselas
tipo. Los huecos, al igual que en las tres obras anteriores, constituyen ventanas
abiertas.
La transmisión de energías y experiencias,
se realiza a través de dichas ventanas y se intercambian con el espacio
comprendido entre el plano en donde están todas las teselas y el plano
inmediatamente inferior. El objetivo, es crear un circuito energético-experiencial
que no sólo conecte interiormente, sino que conecte con el exterior.
Las teselas en las tres primeras obras, al ser
poligonales, se unen por vértices. En la obra IV, al no tener vértices,
la unión se realiza mediante puntos tangenciales situados en el pico,
ala y cola. De esta forma, una tesela-paloma une su pico a otras dos. A una,
por su ala y a la otra, por su cola.
Cada tesela está construida con materiales
diferentes: Hierro, aluminio, acero, materiales oxidados, maderas. Incluso
pueden estar rellenas de elementos, dispositivos o motivos. Todos estos elementos
materiales son los portadores de sus experiencias vividas y verdaderos protagonistas
de la filosofía del Rivismo. Responsables, en definitiva, de la reinvención
de las teselas para adaptarlas al arte contemporáneo del siglo XXI.
La arquitectura de las obras, se basa en estructuras
básicas y conocidas. En cada caso, las estructuras están formadas
por unidades o teselas, populares, con los motivos de "pajarita",
"clavo", "hueso" y "paloma". Teselas que se
han creado a partir de tramas triangulares, cuadradas y geométricas.