La empatía, tiene su ámbito de aplicación, en escenarios donde los actores son personas de carne y hueso. Pero no sólo eso. Son intérpretes vestidos de sentimientos que rellenan muchos capítulos en el guión que la propia vida se encarga de escribirles. Sentimientos propios y ajenos flotan buscando dónde alojarse. Cuantos más sentimientos ajenos comparta una persona, mejor será su relación con las portadoras de esos sentimientos.
Todo esto podemos reforzarlo, incorporando algunas definiciones de la palabra
empatía. Entre ellas:
"Habilidad para percibir y comprender los sentimientos
y emociones de otras personas. Supone el saber ponerse en lugar del otro para
entender su punto de vista". "La empatía es el conjunto de
capacidades que nos permiten reconocer y entender las emociones de los demás,
sus motivaciones y las razones que explican su comportamiento"
etc.
Sin embargo, no obtendríamos ningún resultado
positivo si lo que buscásemos fueran los sentimientos y las emociones
de elementos materiales y sus interacciones. Pero si tenemos en cuenta otra
definición: "Una primera y muy general aproximación
a la definición de empatía es que se trata de una forma de captación
de la realidad experiencial del otro".
Entonces, la situación cambia. En el Rivismo, las
Pinceladas
Experienciales basan su función en reunir experiencias
vividas por elementos y materiales en general, y servir como materia pictórica
para crear un cuadro repleto de dichas experiencias.
Experiencias vividas, por materiales, objetos, dispositivos
y otros, que en compañía del hombre, son testigos mudos de todo
lo que acontece en el entorno. El espejo retrovisor del coche, por ejemplo,
acaricia la cara del conductor, recoge todas sus instantáneas, sus
gestos, sus estado de ánimo y su mirada. También recibe, como
si de una película se tratase, todo lo que ocurre en los asientos traseros
del vehículo. Actúa como una pantalla de cine, en donde se proyecta
lo que pasa dentro del habitáculo y lo que los cristales dejan ver.
En definitiva, este espejo es testigo de lo que sucede y
como esponja, absorbe; historias, conversaciones, situaciones, sentimientos,
etc.
Pero él mismo, también se transforma, se empaña, sufre
los cambios atmosféricos y se desgasta. Experiencias externas e internas
de este material que quedarán adheridas al cuadro en caso de ser utilizadas
como Pinceladas Experienciales.
Nosotros veremos una instantánea de dicho espejo, como pincelada. Apreciaremos
sus aspectos físicos y químicos pero no podremos captar sus
sentimientos. Dichos sentimientos quedan registrados en una dimensión
no reconocible por los humanos en forma de una energía sin masa y por
lo tanto no visible. Todos estos conceptos son aplicables también a
otros elementos: un motor de coche, un dispositivo, una chapa oxidada, un
huevo frito, una brasa,
etc.
Con estos conceptos metafísicos, construiremos transvases
energéticos sin masa entre diversos elementos, de tal forma, que pueda
establecerse un paralelismo con la empatía humana. Transvases que podemos
ver en la obra de Ramón Rivas: El Grito del Huevo, en
donde las transparencias permiten a ciertos materiales ser vistos a través
de otros, y por lo tanto dejar pasar sus sentimientos a través del
otro y ponerse en su lugar. En la zona de unión de las pinceladas experienciales,
se producen intercambios y fusiones de experiencias materiales y por lo tanto
de sentimientos (ver obras: Atrapamiento experiencial y Puntadas
sin Hilo). De esta manera se puede entender el concepto de empatía
experiencial.
También en obras como; Complicidades
o Mutación Orgánica, están presentes otros
conceptos del Rivismo, como son la Igualdad
Experiencial y el Equilibrio entre lo Fuerte y lo Débil.
Una pompa de jabón protege a una chapa de acero y deja verla a través
de ella. La burbuja recibe los sentimientos materiales de la chapa y se pone
en su lugar. Un huevo frito, muy frágil, se pone en situación
de una rueda dentada de acero, y en esta ocasión, se produce una transformación
o mutación conforme se transfieren los sentimientos de la rueda hacia
el huevo.
Teniendo presente otro concepto más del Rivismo;
De una parte al todo y del
todo a una parte, es posible que la empatía
experiencial, esté tanto en el Todo como en una de sus Partes. En la
obra: El Grito del Huevo, los sentimientos reflejados en la yema de huevo,-
que se representa en forma de cara-, tales como; impresión, dolor,
horror.., son idénticos a los que tienen sus dos ojos. Los ojos son
la clonación de la cara. En este caso, podemos hablar de una empatía
interior, que traducida a los conceptos abstractos utilizados, ser trataría
de una intra-empatía experiencial.
Para entender mejor estos conceptos, el autor trabaja con
cuadros de formato grande, con la intención de que sean paseables.
El observador, tiene la opción de pasear por diversas partes de la
obra y reconocer objetos y materiales incorporados mediante las Pinceladas
Experienciales, tal como se captaron instantáneamente.
Las experiencias vividas por estos elementos, transformadas
en sentimientos, permanecen invisibles en forma de energía sin masa.
Su comprensión será función de la información
fidedigna que disponga el observador y de sus propias experiencias. De esta
forma, será más fácil visualizarlos y poder establecer
así, una corriente activa entre la empatía humana y la
experiencial. Y en este caso, entre
la obra y el observador.
© Rivismo
Empatía Experiencial en el Rivismo. Los Sentimientos entre Materiales