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El
Convento de La Merced de Ciudad Real, ha puesto en marcha el proyecto
XIX ART
XXI Arte Contemporáneo para Castilla-La Mancha consiguiendo
una exposición de carácter permanente, con una colección
de arte contemporáneo de las más completas y de mayor calidad
de España. Cronológicamente, la colección se extiende
desde finales del siglo XIX hasta los inicios del siglo XXI.
Los responsables del proyecto han acertado en
la puesta a punto tanto del espacio expositivo como de su contenido. Piezas
de Salvador Dalí, Eduardo Chillida, Joan Miró, Antonio López,
Antonio Saura, Tapies, Rafael Canogar, Palazuelo, Gordillo, Barceló,
La exposición acoge más de 200 obras y a través de ella,
podemos hacer también, un viaje desde los inicios del Arte Contemporáneo
en Castilla-La Mancha, como por ejemplo el academicismo de Andrade, hasta
lo ultimísimo, adquirido por la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha en certámenes, obras en depósito, cesiones, etc.
Bajo este ambiente artístico es fácil
sentir el espíritu de estos creadores que ponen su mundo al alcance
de los amantes del arte. Recorrer este espacio es como viajar en el tiempo,
aterrizar en cada época y asistir a una clase magistral.
Clase magistral a la que se ha apuntado un inquieto
periodista del espacio, que no ha dudado en alojarse en este ex convento y
tratar de participar y obtener información de todo lo acontecido a
sus compañeros de sala y aportar experiencias de sus viajes a velocidades
einstianas en un espacio en continua expansión.
Se trata del protagonista de una obra de El
Rivismo. El
Comunicador, es el equivalente a nuestros periodistas de informativos,
pero cuya audiencia está en todo el espacio, en satélites, planetas,
estrellas, galaxias
etc. Su porte lleno de fantasía, arma su cuerpo
utilizando conceptos básicos del Rivismo, de
una parte al todo,
y en este caso, su cabeza, tronco, manos, piernas y alas, nacen de una parte
de un motor de coche y de un camión, para construir elementos corpóreos
o técnicos. En su tronco quedan marcados sus abdominales con los colectores
de un motor de camión. Estos órganos blandos en los humanos
pasan a ser duros y fuertes, con lo que se produce un cambio de roles en cuanto
a las funciones que debieran ejecutar estos músculos.
Lo
fuerte y lo débil, otra característica
en la obra de Ramón Rivas, protagoniza esta construcción.
Las Pinceladas Experienciales, también están presentes. En el
escenario aparecen brasas, hierros, piedra, agua,...etc., aportando las experiencias
vividas por estos elementos. Conceptos físicos, matemáticos
e informáticos visten la composición de pinceladas conceptuales.
Las noticias llegan a través de un satélite,
cuyo cuerpo central, una esfera, es sustituida por un cubo, en cuyas caras
viajan las noticias. Otra vez más, un cambio de roles. ¿Se trata
de la cuadratura del círculo? En este caso, aparece la cubicación
de la esfera.
Colores cálidos y equilibrados, elementos
integrados y roles redefinidos, garantizan un equilibrio tanto en el ámbito
pictórico, como en el energético y en el funcional. De esta
forma, el protagonista del cuadro, El Comunicador, flota silenciosamente
gracias a una gravedad también cómplice con todos estos conceptos.